martes, 14 de julio de 2015

Mudanza



Cogió su maleta amarilla y se fue hacia la puerta. No quería mirar atrás pero no podía evitarlo. Se dio la vuelta y con una media sonrisa, empezó a recordar todos los momentos que había vivido en ese maravilloso piso. 


Una etapa que se le acababa y aunque tuviese que volver con sus padres, se iba con una gran sonrisa de oreja a oreja. 

Giró el pomo de la puerta, salió y con el sonido de la puerta resonando, se dirigió hacia su nueva vida. 

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